Hapag-Lloyd ha invertido siempre en tecnología moderna para proteger el medio ambiente y para proveer una alta calidad. Mientras desarrollamos tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, cooperamos estrechamente tanto con nuestros socios industriales como con los fabricantes de motores y astilleros.
Como parte de nuestra estrategia sustentable, como Hapag-Lloyd nos hemos comprometido a reducir nuestras emisiones de carbono con el fin de limitar el impacto al medio ambiente.
Nuestro objetivo es reducir las emisiones específicas de CO2 de nuestra flota en 20% (por TEUkm)
para 2020 en comparación con las cifras de 2016.
Éstas son algunas de las medidas que nos ayudarán a lograr esta ambiciosa meta.
La protección de las personas y del medio ambiente son importante para nosotros, incluso más allá de la vida útil de un buque.
A partir de mayo de 2014, el Consejo Ejecutivo de Hapag-Lloyd adoptó una política interna sobre reciclaje de buques, estipulando que las naves que no fueran más necesarias, debían ser recicladas de forma segura y respetuosa con el medio ambiente. Además, Hapag-Lloyd ha equipado desde hace varios años, sus nuevas embarcaciones con un Inventario de Materiales Peligrosos (IHM), que se utiliza e instala en los buques. A través de esta directriz interna, la compañía se adelantó a la Unión Europea, que solo a finales de 2015, comenzó obligando a las compañías navieras a equipar las nuevas construcciones con un IHM.
Hapag-Lloyd es uno de los miembros fundadores de la recientemente lanzada Iniciativa Transparente de Reciclaje de Buques. La iniciativa tiene como objetivo abastecer más y mejor información sobre el reciclaje de buques, en la creencia de que más transparencia acerca de las diferentes prácticas sobre la disposición de los buques, puede ayudar eventualmente a armonizar las condiciones de competencia.
Esto es una muestra de que también queremos minimizar los impactos negativos del reciclaje de buques en el medio ambiente y el entorno. Como nos hemos comprometido voluntariamente a cumplir con reglas más estrictas, hemos sido la primera compañía a nivel mundial en recibir el galardón "DNV GL Excellence Green Star" por el cumplimiento de los más altos estándares sobre reciclaje de buques.
En Hapag-Lloyd analizamos continuamente la eficiencia de nuestros barcos, 24 de las embarcaciones más grandes de la flota de Hapag-Lloyd obtendrán una nueva proa de bulbo y algunas de ellas serán equipadas con hélices optimizadas en 2016.
Estos cambios en conjunto, hacen la propulsión de la nave más eficiente y, por lo tanto, se reducen las emisiones.
La proa de bulbo, es decir la nariz del barco, desplaza el agua de una forma que minimiza e incluso, casi elimina la ola de la proa. Cuanto menor sea la resistencia del agua en el casco del barco, es menor la cantidad de combustible que el barco necesita para viajar a la misma velocidad.
Un mayor potencial de optimización fue identificado para los barcos más modernos de Hapag-Lloyd, como los de la clase “Hamburg Express”. Las hélices de la popa son reemplazadas con el objetivo de adaptar el rendimiento individual del barco.
Una conexión a una fuente de energía en tierra significa que los
motores auxiliares de diesel utilizados para generar electricidad,
pueden permanecer apagados mientras los barcos se encuentran en el
puerto. El resultado de la calidad del aire alrededor del puerto es
considerablemente mejor. Las emisiones y la contaminación auditiva se
han reducido.
Alrededor de 22 barcos de nuestra flota, han sido ajustados con el equipo necesario para conectarse a una fuente de energía en tierra mientras se encuentran en el puerto (también conocida como “Suministro de Energía en Tierra” (Onshore Power Supply - OPS), “Energía Marítima Alternativa” (Alternative Maritime Power - AMP) o bien, “Cold Ironing”). Los diez barcos de la clase “Hamburg Express” se encuentran técnicamente preparados y pueden ser fácilmente equipados con las unidades Onshore Power, en caso de que los puertos correspondientes ofrezcan un enchufe de alimentación en el futuro.
En las zonas de protección especial, conocidas como Áreas de Control de Emisiones (Emission Control Areas - ECA’s) las embarcaciones deben cumplir con estrictos estándares internacionales de emisiones. Desde luego, Hapag-Lloyd cumple con estas regulaciones vinculantes y contribuye con la mejora de la calidad del aire beneficiando a la salud pública.
Actualmente nuestra flota navega en todo el mundo utilizando combustible con promedio de contenido de azufre de 2.1%; por debajo del límite actual establecido de 3.5%, según lo estipulado por la Organización Marítima Internacional para las áreas marítimas exteriores, llamadas ECAs.
Hapag-Lloyd se adelanta a los requisitos estipulados por las regulaciones nacionales e internacionales, apoyando a la Trident Alliance en su totalidad y uniéndose a la Maritime LNG Platform para explorar las posibilidades de uso de LNG como combustible alternativo. Hapag-Lloyd participa voluntariamente en los programas de conservación en los puertos alrededor del mundo.
Próximas medidas para las zonas portuarias se encuentran en preparación a nivel mundial.
Las aguas costeras son el hogar de algunos de los más frágiles ecosistemas del mundo. Los tratamos con un apropiado nivel de cuidado y por esta razón, participamos voluntariamente en programas de conservación en puertos de todo el mundo:
El agua lastre es necesitada por el barco a fin de mantener una
condición estable. El casco del barco contiene varios tanques para
el agua lastre. El agua lastre puede ser bombeada hacia y desde
los tanques según se requiera a fin de estabilizar el barco. Sin
embargo, el agua lastre tomada del mar puede transportar organismos a
aguas extranjeras.
Todas las nuevas construcciones de Hapag-Lloyd están equipadas con eficientes instalaciones de tratamiento de agua de lastre, libre de químicos, en donde el agua de lastre se filtra y se somete a un tratamiento UV.
Para asegurar la prevención de efectos ecológicos no deseados, Hapag-Lloyd ha adoptado una política de estricto manejo del agua lastre para aquellos barcos que no cuentan con una instalación de tratamiento de agua de lastre. Para dichos barcos, el agua de lastre es únicamente intercambiada en mar abierto, como la mayoría de organismos son incapaces de sobrevivir ahí, no pueden migrar a ecosistemas externos.
Estrictas regulaciones estandarizadas con respecto al tratamiento
de residuos están en vigor a bordo de todos nuestros barcos. Esto
incluye la clasificación de residuos, el manejo cuidadoso de los
materiales peligrosos así como la estricta instrucción de que nada puede
ser arrojado al mar - la política de "No más basura al mar".
Los
residuos (a excepción de las sobras de comida trituradas)
son cuidadosamente clasificados, separados y eliminados adecuadamente en
tierra por un servicio de reciclaje autorizado.
Los barcos de Hapag-Lloyd cuentan con plantas altamente eficientes para el tratamiento de agua residuales a bordo. La evacuación de lodos (aceite usado) está completamente documentada y sólo se lleva a cabo en tierra dentro de las instalaciones de un especialista autorizado.
Hapag-Lloyd posee una de las flotas de contenedores refrigerados más grandes y modernas del mundo, hemos sido una de las primeras navieras en introducir contenedores refrigerados áltamente equipados con energía eficiente, que actualmente constituyen la mayoría de nuestra flota refrigerada. Para mantener la temperatura interior en el rango óptimo, desde -35 a 35 grados centígrados, la máquina refrigerante del contenedor reefer, consume sólamente la energía necesaria para mantener la temperatura según lo solicitado, sin comprometer la precisión. Este control inteligente de rendimiento apoya al medio ambiente ahorrando grandes cantidades de energía.
Además, del aislamiento de pared de alto rendimiento, continuamos mejorando nuestros contenedores apoyándonos en materiales ligeros, tales como el aluminio para el revestimiento interior del contenedor refrigerado, reduciendo el peso del mismo, el consumo de combustible del barco y por lo tanto, nuestra huella de carbono.
Carrier Transicold desarrolló la unidad de refrigeración, utilizando CO2 en lugar del refrigerante convencional. El CO2 (dióxido de carbono) es un gas natural proveniente de la atmósfera, si éste escapa durante el manejo incorrecto de la la unidad del refrigerador, no ocasiona un daño sustancial al medio ambiente. Por el contrario, el refrigerante convencional puede ocasionar daños si se filtra desde el circuito de refrigeración. Mientras que el uso de CO2 es la solución más difícil, es también la más sostenible. Hapag-Lloyd ha sido la compañía elegida para participar en las pruebas de la unidad.
Nuestro Centro de Apoyo de la Flota de vanguardia nos permite monitorear
todos nuestros barcos, desde ahí, optimizamos el flujo de trabajo en
altamar y en tierra para ayudar a reducir nuestras emisiones.
El FSC
también ayuda a nuestros barcos para identificar condiciones climáticas
severas en una etapa temprana, permitiéndonos navegar alrededor del mal
tiempo. El enrutamiento cuidadoso puede ahorrar combustible, así como
mantener nuestra tripulación y la carga del cliente seguras a bordo.
Cooperamos de forma estrecha con nuestros socios industriales, tales como fabricantes de motores y astilleros para desarrollar tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Los prototipos son probados en nuestras naves de forma paralela. Hapag-Lloyd aspira siempre a ser la primera línea en implementar estas tecnologías en nuestras operaciones diarias.